El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, que ha evitado disculparse públicamente a sus ciudadanos por no haber impedido el ataque de Hamás del 7 de octubre, dijo a la revista Time que lamenta los hechos ocurridos por la agresión del grupo islamista, al tiempo que aseguró que permanecerá en el cargo tanto como pueda.
Netanyahu no ha asumido formalmente responsabilidad por los errores de seguridad que permitieron que ocurriera el ataque, que dejó unos 1.200 muertos, 251 secuestrados y desató una guerra que ya ha durado más de 10 meses.